Es Diciembre y nuestras calles y comercios se han llenado de pápanoeles, muñecos de nieve, renos gordinflones y agradables sinfonías de rojos, verdes y dorados.
Pero los adornos navideños son un mal menor. Lo verdaderamente venenoso de la Navidad es cómo se nos vende a través de la publicidad, creando una realidad paralela, idealizada, en la que confluyen una gran cantidad de estereotipos.
La Navidad se ha convertido en un consumo "dirigido", ante el cual deberíamos pararnos a reflexionar un poco sobre nuestra “libertad” de elección en esta sociedad democrática.
¿Qué entendemos por estereotipo? En palabras sencillas consiste en caracterizar a un colectivo con cualidades generales, simples, que se graban en la memoria colectiva y que resulta difícil superar. Por ejemplo: Los hombres son fuertes y agresivos, las mujeres maternales o seductoras. Creemos que hemos superado algunos de ellos, pero la publicidad sabe resucitarlos por muy enterrados que estén. Y la Navidad es un criadero.
Este diciembre, gracias a la publicidad, volveremos a recordar que es Navidad.
SPOT PUBLICIDAD DIA
Bajo el slogan “DIA, calidad y precio están muy cerca”, la cadena de supermercados DIA, realiza este anuncio queriendo transmitir la idea: de que piensan que la calidad debería estar siempre cerca de todos y en una fecha tan señalada como la Navidad, aún con más razón. Por eso, ofrecen productos de máxima calidad a un precio pensado para todas las familias.
El reencuentro es sin duda el estereotipo recurrente de la publicidad navideña, así en este spot se ven reflejadas las navidades de dos familias con diferente nivel económico y aunque existen diferencias en los comportamientos de una y otra se ve representado el estereotipo de familia feliz toda reunida alrededor de la mesa, y en la que no existen cuñados que se odian o suegras criticonas.